Los
niños se levantaron muy contentos ¡Es Navidad! Corriendo cogieron sus
regalos y los enseñaron a toda la familia, se dieron cuenta de que Papa Noel se
había olvidado de su padre. Muy pronto cogieron un bote de caramelos vacío,
estuvieron un buen rato echando besitos dentro; cuando creían que estaba lleno
lo cerraron. Lo envolvieron en papel de regalo, lo dejaron debajo del árbol, y
llamaron a su papá. ¡Corre-papá- hay un regalo más! El papá se acercó y dijo: ¡Hay
un regalo más!. Lo cogió lo abrió, sus hijos estaban expectantes, el papá
dijo.- ¡VaHH!, es un bote vacío. Los dos niños se quedaron muy tristes, incluso
el pequeño se le escapó una lágrima.
Entonces el Papá dijo:
¡Que os pasa!, os habéis quedado tristes por un bote vacío. El niño mayor le
dijo, no papá, no sabíamos que Papa Noel se le habían perdido todos los besos,
con los que habíamos llenado el bote para que te lo regalase.
A
su papá, se le escapó entonces un suspiro … No se había dado cuenta de que
muchas veces; solo nos fijamos en lo material y tenemos un amor ,que puede
llenar cualquier regalo; aunque no lo veamos a simple vista…
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