TAMAÑO PANTALLA

jueves, 12 de mayo de 2016

EL GATITO RUM RUM

EL GATITO RUM RUM


Érase una vez un gatito que vivía en el campo, en una aldea pequeñita, La casa de sus dueños era preciosa. Tenía un gran zona de jardines en la entrada con rosales, de varios colores, también había margaritas, violetas, lavanda, y geranios que brotaban sobre el césped, en la zona central había una fuente con dos niños de mármol blanco sobre ella. A nuestro gatito le encantaba en las mañanas frías ponerse al calor del sol. Para ver como pasaban los niños cuando iban al colegio.

Nuestro amigo maullaba para llamar la atención de los niños y así se acercaban y le regalaban alguna caricia que él les agradecía levantando la cola y estirándose como si quisiera tocar el cielo con su lomo. Al mismo tiempo emitía un sonido muy hermoso ¡rum, rum, rum!… Que a los niños les encantaba y lo bautizaron como gatito Rum Rum.
Tenía perfectamente controlada la hora del recreo, y nuestro amiguito se daba su paseo hasta llegar al colegio, saltaba la valla y allí estaba, esperando la salida de los niños, se pasaba el rato jugando con ellos veía como jugaban las niñas a la comba, a la rayuela y hasta parecía que él quería saltar.
Pero no todos los niños eran buenos, y un día nuestro gatito, confiado, pensaba que todos los niños eran iguales, se acercó a un grupo de niños y estos dijeron mira un gato, uno dijo:- El que lo atrape se lo queda. Y empezaron a perseguirlo con palos y piedras, algún palo le dio en el lomo y una piedra en una patita que lo dejó cojo. El asustadísimo corría y corría con un montón de niños detrás; logró despistarlos y esconderse debajo de unos troncos. Estaba atemorizado y temblando de miedo no se atrevía a dar un paso y estuvo horas sin salir de su escondite, prácticamente era de noche y nuestro amiguito volvió a su casa y estaba dolorido y cabizbajo. No entendía porque si él no había hecho nada a aquellos niños, ellos pretendían hacerle daño. Empezó a desconfiar de los niños y ya no se escuchaba su famoso Rum Rum.
Su dueña lo veía triste, ya no era aquel gatito amable y siempre sonriente, se estaba volviendo huidizo y temeroso.
Preocupada les fue preguntando a los niños y niñas si sabían que le había pasado a nuestro amigo, nadie sabía nada. Pero un niño pequeñito dijo:-He visto a unos niños mayores como lo golpeaban y en corrían.
Su dueña alertada dijo:- Ahora lo entiendo todo pobre, Rum Rum. Fue en su busca se acercó con mucho cuidado pero Rum Rum, emitió un sonido diferente; enfurecido uuuuuhhhhaaaa… No temas, no quiero hacerte daño lo fue acariciando muy suavemente y nuestro amigo confió y se dejó coger, lo abrazó y le dijo:-No temas estás en buenas manos. Lo llevó a la casa le dio su mejor comida, le puso agua limpia e intentó explicarle .Rum Rum, no todos los niños son iguales los hay buenos y malos tienes que aprender a distinguirlos. Rum Rum parecía escucharle. Y el mismo pensó: -Es cierto hay niños que hacen unas caricias que me encantan y son buenos jugando conmigo, aprenderé a distinguirlos.
Los niños que habían en corrido al gatito, hablando con otros niños se dieron cuenta que no habían sido buenos y que no era de niños buenos maltratar a los animales. Alguno de ellos dijo, quizás sea más divertido jugar con él.
El gatito comenzó a frecuentar la escuela y poco a poco empezó a jugar con los niños y estos con él. Un muchacho se acercó y le dijo al gatito, yo fui uno de los que te pegó el gatito lo miró y pensó este niño es muy valiente al decirme esto. Él lo miro con cara de haberlo perdonado de dirigió un miau levantó su cola y lomo el niño lo acarició repetidas veces y nuestro amigo hizo honor a su nombre con un gran ronroneo… ¡rum, rum rum..!

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